jueves, 14 de enero de 2010
La apropiación indebida
Viene el viejo unicornio a la ciudad.
Ha sobrevivido a Lao Tse,
ha cruzado los campos inclinados de té,
aplastado a los topos fosforescentes,
demolido los túneles y las falsas promesas,
y se ha jodido a tres cebras por el camino
que quizá merecían morir más que las otras.
Está olisqueando la orina del callejón
buscando alguna clase de elixir occidental.
Nosotros, coronados por dos cuernos de pelo,
le estamos observando.
Tiene una coraza de carne noble
como el carpaccio,
y es bizco como una pescatera.
A base de creer que siempre huye
ningun cazador le toma en serio.
Nos ha visto el pelo despeinado,
los dos cuernos,
y nos ha bautizado
como los dos mejores rifles de la tierra.
Perpetrado por LUIS (o el tipo que levanta faldas junto a la m-30 por deje profesional)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
un te quiero me parecía poco
ResponderEliminar