viernes, 2 de septiembre de 2011

Lo imprescindible es beber agua




 
Cuatrocientos euros en champán, putas, masajes y coca no cambia el hecho.
Los otros intentos tampoco han funcionado:
ni los grandes amigos,
ni las porras de la policía,
ni llorar,
ni los temblores.

Los patriarcas no pensaron lo suficiente.
Ni sus alumnas más aventajadas.
Todo lo que hicieron fue dibujar sobre un tronco, con un pincel mojado en agua.

Una a una, las deidades me piden perdón,
avergonzadas.

El hambre no me mueve,
ni me explica el materialismo.
Y sentir, para alguien que ya no siente nada,
sólo es una molestia AGOTADORA.

Sólo queda abrazarte sin que estés y que el viento me erosione.