lunes, 28 de septiembre de 2009
¡Muerte a la Nueva Carne!
Creo haber visto a mi doble viniendo hacia aquí. La misma barba y los mismos kilos. No, en serio, poca gracia. Lo peor de un doble es que el mundo no necesita dos versiones de nadie. Y yo tengo facilidad en perder contra casi todos.
Pero no estoy siendo justo y me pierdo por la narrativa de género, que además se me da muy mal: no es mi doble, no, esas cosas no existen; es alguien mejor que yo, a priori.
Porque a largo plazo me hago querer, e incluso a veces parezco imprescindible; pero de primeras soy un gilipollas y un malqueda.
Y él parece salido de la mente cuentista de Andersen: hermosamente feo, poderoso y compasivo como un oso vegano y seguro que no le cuesta nada dorar la pildora.
Mientras que yo soy un puto crío cuando soy muy bueno, y una pesadilla de Cronemberg de lunes a sábado.
...No estoy celoso, ni tengo envidia...quiero decir que no sólo estoy celoso y tengo envidia, sino que me parece injusto y que este juego es una mierda. Quiero que me devuelvan el dinero, la chica o al menos el sombrero.
Seguro que encima no hay rastro de fimosis... mierda, joder
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Definitivamente estás como las maracas... pero eres un puto amo. Me haces escojonarme en estas tardes televidentes
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