viernes, 29 de enero de 2010

Nosotros atacamos primero


Había que convertirse en estrella
pintarse los labios, enseñar los hombros
...pero vimos que eso no tenía futuro
Así que vimos enloquecer nuestra infancia
en mundos imaginarios
para echar el cerrojazo poco después,

dejándonos las llaves dentro
y el gas puesto
y el gato ahogado en el platito de la leche

En el colegio
se nos llenó la boca de muerte
y el cerebro de velocidad,
pero poemas sueltos de maricas muertos y enterrados
nos hicieron divergentes;
inútiles

Ahora no somos hijos de nadie;
ahora pensamos a gritos

Pero cometimos un logro
fue crecer;
habría resultado insufrible
mantenernos ingenuos durante más tiempo
en el minúsculo primer mundo.

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