sábado, 29 de octubre de 2011

¡Tú, aguántame!




Ciento setenta momentos de lucidez en el baño a oscuras, en forma de blog.

Algo que no me esperaba el día que dije en TVE -época de puto esclavo-, "tú, me voy a hacer un cuaderno de bitácora"...no, es broma, en aquella época ya no se decía semejante cursilería...

Y la culpa de todo la tuvo Rubén Lardín. Con "Imbecil y desnudo". ¡Qué cabrón! ¡Qué librazo, o blog, o lo que sea! B. devuélvemelo o te lo regalo, a mí no me provoques...más.

Así que me puse a decir paridas yo también, más o menos autoreferenciales, ya que tenía que llenar mucho tiempo libre y mucho tiempo sin nadie. Como las tonterías de psicópata y mal perdedor con J. que ahora me hacen mucha gracia.

Pero claro, los años pasaban, los dolores cambiaban, se mezclaban con chorreos de euforia masculina y aquello ya no tenía ni padre ni madre. Así que le puse musiquita a todo el asunto y todo se volvió muy multimedia (yuhu!).
Con el tiempo aprendí a etiquetar los derrames cerebrales y pensé que a lo mejor yo funcionaba en géneros (y todo) ...y hubo gran regocijo.
Y así pizca a pizca hasta que dos pivones de La Naranja Mecánica te daban la posibilidad, querido lector, de tomar dosis aleatorias de mi estupidez (había alcanzado, finalmente, el formato que pegaba con mis bonitos ojos).

-Y aquí llegamos a un punto estructural delicioso-
¡Redios... no había lectores!

Sí, estaba el bueno de L. que siempre me vio resultón y bigardo; arengando desde la trinchera...y hasta se metió en el mismo pozo ciego, el tío capuyo.
Y estaban amiguetes que venían buscando las fotos guarrillas que de vez en cuando les daba, así en poco, al principio gratis y "tranqui que ya me pagarás cuando puedas"...
Y alguien más entró, pero creo que sólo quería que le activara la máquina de tabaco.

Y yo, que me crezco en lo peor -algo terrible, porque así no se remedia nada-, me decía " para qué ciento y pico mensajes en cada post, con lo que la gente se repite".

¡Y oye, que no me leen mujeres! ¿Será esto ser un misógino? Eso si sería para no echar gota y mear.

Pues ya sé que hacer, dejaré los pitorreos, el darme ínfulas y la mala leche e intentaré explicar mis sentimientos, los de verdad, sin trampa ni trampón. Todo a la cara. Y que digan luego si osan, "no es que el tipo tenía un blog...de viajes, creo".  Pues no, cojones; yo tenía un blog bonito.

Y ponía lo que da gusto y lo que escuece. Como aquella vez que casi lo dejo (¡ay, que lagrimones!) con "lo juro, yo aquí no vuelvo...me hago un blog de obviedades en Público y a vivir a lo grande"...para volver con la cabeza gacha y con ganas de roce al cabo de un mes. Arrastrado que es uno.

Lo dicho, que como dijo un Marx, "el secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho".

domingo, 23 de octubre de 2011

Principiantes in da house!




El humo sigue siendo un alimento exquisito y si tiene que matarme es algo que puedo aceptar, por ahora. Como la revolución que nunca se acaba de producir,
como el deseo interminable de malvestirla con las sábanas de mi cama y vaciar una botella de vino sobre su lengua.

Si todo ha de quedar suspendido en vida, que así sea.
Si lo que hay es lo que ponga de mi bolsillo tocamos a muy poco.
Porque yo fui quién confió en la narración como origen del universo, en el sinsentido dado al sentido... yo me arrodillé todas y cada una de las noches maravillado de esa religión primigenia que es contar las historias que nos hacen grandiosos adictos.

Como el relato de ese jadeo indocumentado mientras paseo con Django por una calle que no me conoce.
O la necesidad de no acabar una novela porque lo que yo deseo es robar para mi vida lo que escriba.

Y si una chica canta cerca mío me vas a ver llorar; por ser, ya, mayor y presentir lo efímero.
Y si una chica elige, bueno, si es a mí puede prepararse para lo mejor. No la voy a dejar como cuando la encontré.

Me ducho y me visto con mis mejores ropas justo antes de echarme a dormir.
Porque prefiero que me lea ella, desnuda, curiosa... impertinente; a tener que arrastrarme por toda la lógica de permanencia de esta especie, cobarde, ingrata y sin deseo de victoria.

sábado, 24 de septiembre de 2011

La perdiz me la pones bien mareada


















La amistad se mide en la delicadeza a la hora de hacer cosas peligrosas.

Sin final no puede haber un principio. De ahí, las parejas eternas desde la niñez, los amigos que se pierden en el origen de los tiempos y todo lo que no depende de nosotros y es un descanso y un disfrute. Como un chubasco, que te den fuego y no el mechero o que venga un perro que no conoces a saludarte.

Empieza a pasarse el aroma a tierra mojada.

Mañana es día de jugar al poker con unas cartas que he fabricado con todo lujo de detalle, y que llevo escondidas en mangas, bolsillos, bajos fondos del tapete y piropos como no has escuchado en tu vida; y sin embargo siento que perder me sale solo, como bailar.
A sabiendas de que me van a apalear: me van a atar a un poste como a Harry Dean Stanton en Corazón Salvaje y se va a montar un ritual de apareamiento aburridísimo en toda mi cara. ¿Por qué lo sé? Porque lo único prometedor son las ganas y no es temporada. Se está secando la tierra del bosque. O lo que es lo mismo, ya no me despierto empalmado todas las mañanas.


Se sitúa de manera excéntrica en el respaldo de la vida; con la cabeza baja entrega su nuca, retando así al espíritu francés ilustrado.
...Más que guapa es joven.
Tanto océano puesto entre medias la imaginaba con síndrome de insularidad y aislamiento, sólo para mi satisfacción; me encaraba al horizonte inmerso en los pastos, recorriéndome la savia de tantos humanos convertidos en historia y acababa pensando en nosotros, ella y yo, colisionados, sin taparrabos ni jipismos; sólo rastreo y persecución. Y a ser posible una cama de hotel donde poder recomponer los trozos.

Es abrumador todo lo que he vivido como un idiota, solo, tumbado; antes de dormir. También da pena, la verdad, el dedicarme a hablar con fantasmas, con monstruos hechos de retazos de gente buena y con seres de otros planos porque me excitan; pero es una vida como cualquier otra, más dispuesta que la mayoría, si cabe, a unir los trozos esparcidos por el big bang.


"...Se han perdido todos menos yo"
                                 Indiana Jones

viernes, 2 de septiembre de 2011

Lo imprescindible es beber agua




 
Cuatrocientos euros en champán, putas, masajes y coca no cambia el hecho.
Los otros intentos tampoco han funcionado:
ni los grandes amigos,
ni las porras de la policía,
ni llorar,
ni los temblores.

Los patriarcas no pensaron lo suficiente.
Ni sus alumnas más aventajadas.
Todo lo que hicieron fue dibujar sobre un tronco, con un pincel mojado en agua.

Una a una, las deidades me piden perdón,
avergonzadas.

El hambre no me mueve,
ni me explica el materialismo.
Y sentir, para alguien que ya no siente nada,
sólo es una molestia AGOTADORA.

Sólo queda abrazarte sin que estés y que el viento me erosione.

lunes, 22 de agosto de 2011

Fanatismo animal




La que ama a los animales incluso más que yo o la que es incapaz de pensar en alguien que no sea ella misma -aviso, niños, en contra de lo que se dice por ahí, son buenas compañeras-

La que vive en otro estadio de realidad, al que ni siquiera sé como acceder, o una de locura llevadera, disfrazada de platos rotos siempre a la misma hora y cuadros pintados con su menstruación.

O esa que tiene el cuarto lleno de luciérnagas.
Me quedaría con la de las piernas de aplauso y baile ruso, aunque tiene pinta de ser venenosa por supervivencia, que ya voy aprendiendo como va esto: que la cicuta sólo la queremos en formato chupito en un ombligo.

O cualquiera.
No, no seas crío; cualquiera no.

Mark Lanegan, ¿cómo lo haces? las que a ti te quieren parecen soleadas y de tatuajes con mucho colorido.
A mí todavía me sale el clavar los colmillos justo antes del orgasmo. Porque aún aspiro a matarla de exceso de placer y cumplir los años que me echen en la trena durmiendo y mirando las arrugas que tengo en las palmas de las manos.  

Siento los fogonazos de su cercanía.
Me asomo a cada esquina ya pasada porque sé que me sigue con la falda hecha jirones y los zapatos sacando ráfagas de neón en cada charco.

El colmo de Neptuno es no llegar a conquistar tu saliva.

Lo demás son los alrededores que pierdo y gano al póquer porque no me importa jugármelos y tiempo de espera disfrazado de experiencias con cualquiera.


sábado, 16 de julio de 2011

Pascal

Reseña para el disco "L´argot du bruit" de los Pascales Comerales (no sé me ha hecho gracia y así me los vendo)

 
"La cuisson de vos cuisses" la pongo para escribir...





Y luego está esta otra canción para caer en una cama con Emmanuelle Seigner y PJ Harvey... Ójala.

Y me he levantado de la cama, estando muy a gusto allí, y de paseo por la casa me he puesto una copa de ron y a escribir todo esto; a ver como los cigarros se convierten en líquido al caer al cenicero.

Pues no, mira, se me han roto los juguetes. -Dijo en un intérvalo en que lo rompió todo-
-crujido de nodillos, arriba... y... abajo...arriba y abajo-

                  Y la lavadora se traga a mi compañera de piso, de repente, y se convierte en un baile con mi ropa (y limpia), ¡como! he perdido, no siempre gana la carne...gentuza materiazssliteeeen!!!!

Y recuerdo que, a la tarde, era todo más de jardín y fuentes arabescas.

En unos días os habré colado un anuncio protabaco. Que sólo con verlo fumes. Va a ser con esta otra canción, me da.

Ah y la lavadora escupe a mi compa, y va la tía y por no ayudarla me sacude arriba...y...abajo...arriba y abajo...
 ....
...
..
.
Y otro paseo por la casa. Buscándola. Apretando fuerte mi cuerpo por la pared del pasillo. Con los deliciosos "¡te atrapé! levantando el faldón de las camas.
La oigo rodar un poco en la otra habitación.
Y me pongo nervioso de lado a lado.

La he cogido de los pies, y me la he echado-me la eché-echámonos a la copa con unos hielos.
                 Y aquí quería poneros una canción pero me dio pereza. Que le den, la desterrada del trabajo de Los Pascales...

Y no os pienso decir el nombre que sueño con poner...al jugo de lo que pienso crear.
Pero os diré que este disco ha sonado mientras se han montado una orgía las imágenes de este blog y lo han dejado satisfecho.
Y hasta me ha reformado la puerta de quita y pon para mi dormitorio, blanca de casa americana y con timbre de dos tonos y hasta bombín...

Fuera chorradas: no le he ganado ni un ring a este disco. ¡...A mí, que suelo cruzarme de piernas porque se me montan los huevos y peder mientras meo en la ducha...!   

                  Me voy que quiero estar comido para acercarme ahora a escuchar en directo al grupo de la loca esa. A ver como está el mercado...si hay deflación o inflación o -cruzo los dedos, "superloquesea"- o me toca ser del equipo de la emprendedora o del trabajador de cuidados (esto es alternancia de géneros para los de la RAE, no te los pierdas que además estaban empeñados en darme de sillón la letra "dedo metiéndose en la arroba"). 

P.D: Y si fuese bueno tomando apuntes de lo que voy pensando no habría estudiado..¿qué fue lo que estudie? así, petipuá o petipuan o petitpowerpoint (joder, soy frañoles...mi generación debe estar muerta o sólo bocabajo).

miércoles, 13 de julio de 2011

El detective indiferente VII: Intercambio infructuoso




Me levanto con medio cuerpo sacado por la ventana y haciendo aspavientos con los brazos. Así empieza un día con huevos, di que sí...el hecho de vivir en un primero y que mi ventana de a nuestro propio patio interior le quita emoción pero no significado. Intento reconocer el aroma a café recien hecho en la cocina, pero en su lugar huele a cocido en la de la vecina; claro son las 15:01 p.m y no ha sido martes 13 de pura chiripa.
          Me giro aupándome sobre la ventana y miro el ordenador que lleva con la musiquita del menú de un film japonés unas siete horas. También están unos cuatro trabajos empezados a la vez sobre el nacimiento de las gazetas, los boletines y la prensa de la sociedad de masas...una fiesta, vamos.

Llega mi compa de piso L. y me cuenta cosas del futuro que ya están aquí: impresoras que imprimen figuras tridimensionales, mapas en 3D que se configuran con valores dados de gradación de la escala de grises para la profundidad...Un montón de cosas que no entiendo demasiado pero que sé causarán furor el año que viene en la Fnac.
         Friega lo que no he fregado yo y se va a echar una siesta como hacían la familia Caraconos de Dan Aykroid.
L. es una tía que nunca se rinde y le resulta enternecedor que yo encuentre tanto significado en la derrota; como si no viese la silla de ruedas que tengo debajo o como si fuese una broma excéntrica que hago todos los días .

Y hago lo que tengo que hacer, café. Y retorna a mí el deseo imperante de escapar; no la fantasía romántica de visitar exóticos lugares antagónicos de siempre, no, ni para definirme en nuevos aspectos no localizados todavía de mi carácter; sino huir para poder respirar, alimentarme y hacer el amor de verdad, darme de ostias con asiáticos que practiquen el muay-thai desde los diez años, cruzar el desierto con una bolsita de sal como único truco de supervivencia...ese tipo de viajes.
         Viajes de borrado completo de las células que soy ahora y personarme en la nueva hornada de microorganismos que me formen.

Pero empieza a aullar la cafetera y meto la nariz dentro, se me abren los poros de la napia y el café inunda mi ser; es mi baño facial matutino y a veces de media tarde.
La ducha hace su trabajo. Suena el teléfono, no lo cojo; luego veré que era B. y me sentiré culpable. Luego pienso que no era P. y que nada es para tanto.

Abro este blog decidido a contar algo cotidiano, de mi vida real...qué duro es llamarla real a estas alturas de partido. Y quiero hacerlo paso a paso, por si encuentro la magia de las cosas sencillas de la que hablaba Proust. Me levanto a medio escribir a comerme una magdalena del Mercadona, y como estoy sugestionado, recuerdo las que me daba la vecina de mi abuela que tendría como ciento dos años -no he vuelto a conocer a nadie tan viejo- y cómo las ojeras cobraban un nuevo significado de flaccidez en ella. Escupo la bola de harina cruda tecnofacturada y me vuelvo a sentar frente a esto.

Quiero volver a la sociedad gremial, quiero apuntarme a una FP y dejar esa asignatura suelta y toda la carrera con ella, quiero estar a la altura de mis derrotas cuando tengo la posibilidad. Porque un mundo en el que ya no existen senseis es un lugar donde no se aprende nada, ni qué hacer con los inventos del futuro, ni con los recuerdos del pasado, ni con el tiempo del presente.
       Y lo escribo todo, y casi siento alivio aun sabiendo que es un falso alivio y que esto no ha hecho más que empezar.

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Una loca de las de manual que vive en el tercero grita como una poseida como si estuviese echando el polvo de su vida; yo no me creo su locura porque tengo claro que lo hace para joderme. Igual que preparar un cocido aunque viva sola y tenga que estar comiéndoselo toda la semana.
       Algún día contaré mi relación con la vecina y de como nos enrollamos para disfrute y cachondeo de todos los dioses nórdicos de la putada.
Pero no hoy; hoy me la juego a que ya está contado.

domingo, 10 de julio de 2011

Un barril lleno de serpientes



Miro la pared porque en la pared están los agujeros de gusano.
O ellos me miran a mí y yo sólo reacciono para luego decir en voz alta: "¡bastante bien, ostia!".

Y a veces están los amigos sólo que bien chavalillos, y corren tras un balón o en dirección contraria a una chica. Otras es mi padre empujando de puta pena el columpio, como si con poco me fuese a romper; como si no quisiese romperme ya entonces.
Lo mejor es cuando me cruzo con la nariz más respingona de mis sueños de juventud y se mete a la piscina para que la folle a aguadillas. Así podría pasarme horas, pero nadie me deja tranquilo mientras adoro el bañador más rojo que podáis imaginar.
Porque la verdad, es que si no hay gente, no hay agujeros de gusano.

Porque yo solo delante de la pared es solamente yo y una pared, y cosas estúpidas no hago.
Sólo me pillo por la pared cuando me recordáis sin saberlo una escena en la que con doce años me digo: "buah, cuando me pase esto sabré qué hacer", y ahora está pasando y me escondo de ese niño tan broncas.

También os digo que me lo habéis dado todo; aún incluso sin querer, porque he estado avispado, por mi manía de dormir el último o porque os lo pasásteis bien conmigo y punto y ahora me buscáis por el infinito cosmos a través del tiempo y del espacio para recordármelo...como si hiciera maldita la falta.

jueves, 30 de junio de 2011

Aborigen de clima cálido



La generación del 83 ya está pariendo a la del 2011.
A la mierda la fábrica ocupada por artistas baratos, la tripulación contrabandista en el cuerno de África, las movilizaciones de los indigentes y también a las jaimas armadas del desierto en forma de familia Mason.

Ya no quedan sectas que compartir.
Ni compatriotas con pelazo.
Ni rastro de las grunge.

La mitad de las veces que me masturbo acabo despistándome con bultos que me han aparecido por el cuerpo.
No hemos hecho una mierda. Salvo dinero, parir, principios de cirrosis y especializarnos en no callarnos los últimos.
Ahora tengo una cara que se parece a muchas otras.

¿Pero sabéis qué? Se acerca el verano y estoy listo para afeitarme el cuerpo.

lunes, 6 de junio de 2011

The Rookies

Están unas ratas gigantes, del tamaño de un tonel, cruzando la sabana para asco y griterío de los frugívoros y benditos monos aulladores; éstos, armados con huesos de melocotón y orgullo de clase obrera, enseñan la piñata de forma amenazadora y las ratas, atemorizadas, miran de reojo esos ojos inyectados en sangre al pasar.


Horas más tarde, la maloliente marcha peluda se cruza en el camino de un grajo multiinstrumentista de renombre; domina el reclamo del gorrión y de la abubilla y alcanza octavas de estornino en celo, sin menospreciar su cover punk-rock de la alondra cornuda; que comparte elogios por parte de crítica y público.


_ Eh, rata idiota, mira a tu pueblo y dime el porqué de tu insistencia en equivocarte. ¡Hasta vuestra carne sabe mal!

_ Tu no entiendes nada, grajo; el problema es que no hemos encontrado el sitio que buscamos.

_ Esa es precisamente la razón de que se os desprecie. Mírame, yo nací en este mismo árbol y aquí sigo; quién me busca sabe donde encontrarme.

_ Y tú pretendes darme lecciones, el mundo es muy grande y tu conocimiento muy pequeño, grajo. Al final de aquellas colinas hay un abrevadero, allí nos dirigimos, para que nuestra sociedad se mantenga viva. Los muertos no habrán caído en balde, han perecido en esta marcha por un bien mayor: nosotros.

El sol pega en los lomos morenos de la infecta compañía mientras las crías miran a sus progenitores, como quien mira a sus héroes, y añaden como plegaria a cada paso que su nómada familia roedora esté en contra del aborto.

_ Tienes razón, rata, cada uno de vosotros ha muerto por una copia exacta que ha venido después; creo que habéis descubierto el secreto de la inmortalidad, de la anulación de las alternativas; con la consiguiente erradicación del error. Enhorabuena a tu especie por facilitar la viabilidad de las especies carroñeras...y ahora discúlpame, es mi cumpleaños y esos monos que has visto hace un rato me han preparado una fiesta en el estanque.

....

Amaneció en la sabana y algunos monos todavía estaban despiertos.

(Es difícil ya un lunes conciliar el sueño mientras tus vecinos aullan y cacarean sin propósito alguno, imaginad una noche para compartir)

En una rama se encontraban dos sentados, charlando sobre acercarse a desayunar unas ranas a la charca antes de acostarse y terminar con el mañaneo.

(Y además verían a las parejas copular dentro del agua, y ya que ellos no habían pillado, al menos podían masturbarse el uno al otro o hacer un agujero en el barro de la orilla y meterla dentro -este era uno de los pasatiempos favoritos de la manada- hasta caer rendidos)

En realidad, de camino hacia allí descubrirían el cuerpo del grajo a la sombra de un tronco caído y empezarían los preparativos para darle sepultura en su árbol; donde se le pudo encontrar siempre en vida.

El resto de los monos se lavarán a conciencia tras el desenfreno sexual para parecer gente seria en un mundo increíblemente infantil.
Esa noche habrá otra fiesta de despedida y, tarde o temprano, la hilera viajera de las ratas retornará -o los supervivientes de aquel absurdo plan- y no es una buena idea que les descubran celebrando cada momento presente o acabarán por declararles la guerra. (Al recordarles a las ratas que el futuro ya está aquí y ha merecido la pena)



lunes, 9 de mayo de 2011

There will be tears

La una está en el trópico de capricornio, montando las olas sobre una tabla de la ley y siendo perseguida por un panteón de deidades enfurecidas; con Poseidón como garante enamorado.
Una segunda se ha perdido en Chichèn Itzà. La encontrarán dentro de dos mil años sentada en un trono maya usurpado.
Un grupo de quince, ataviadas para ir a la ópera en Viena, articulan anécdotas de vidas pasadas no compartidas. Ríen y exageran con gestos, orgullosas de que la vida las haya juntado aquí y ahora... ya ves tú.

Mi pequeña amiga que ya habrá cumplido años, se despierta en la tienda de campaña y, mientras sus amigas siguen durmiendo, sube la cremallera para encontrarse con el amanecer de los Pirineos. En ese momento el aire en la boca le sabe a gloria, se estira y todo cobra sentido. Para cuando lo pierda de nuevo no tendrá la menor importancia.

Hay dos que se miran y no se creen la una a la otra...vamos que se envidian; que se respetan. Y al rato vuelven a competir en casi todo. Pero claro, como no hay arbitro que valga, nunca saben cómo va el marcador. Ni falta que hace. Gano yo.

La vieja, que llegó a ser un pivón diez lustros atrás, mira el fuego como último motor de su existencia.
Su mente, que algunos dirán que únicamente divaga, elabora un collage de sensaciones vividas e imaginadas lanzado a la más completa inexistencia.
Y el fuego crepita, a veces alimentado por el derroche, otras por leños tan viejos como ella. Cuando expire sólo quedarán hilos sin hilvanar y recuerdos de ciudades anegadas bajo el polvo.

La otra se reencuentra con su novia y se lo comen todo sin beber nada; y que la rueda siga girando menos para los que están dentro.

Saltáis en paracaídas sobre atolones que jamás veré. Yo, que con veros desnudas, sacaría fuerzas de flaqueza para estar bailando todo el día la danza de la lluvia.

Todas las madres lo han conseguido y lo saben, ya pueden bailar reggae hasta las tantas sin que les entre sueño.

 Os echo de menos una por una.


lunes, 4 de abril de 2011

Kami-sama, Hotoke-sama, dōka otasuke kudasai

Lo del Tao, vamos: si quieres abrir los ojos debes cerrar la boca.

Si sabes abrir muy bien la boca, a lo mejor entras en armonía con el resto de los instrumentos, ya sabéis: estalla el compás que todos siguen de otro y se maravillan, no con el espectáculo, sino con que haya uno.

Si abres demasiado los oídos. Ecos. Arpegios individuales que reconocer y admirar y recordar. Algo muy digno y francamente inútil.
Millones de grandes sentencias se han perdido en la memoria de sus oyentes.

Si cierras el pico, si ignoras el ruido, si introduces tus manos (o tus pies, o tu lengua...) en la materia y abres profundamente los ojos, sentirás la dirección hacia la que se abalanza el universo y presenciarás sus efectos en todo menos en ti.



jueves, 31 de marzo de 2011

El éxtasis del oro





No es posible. A mí no me pasan estas cosas, sólo las imagino y las rozo, pero no me pasan.
Y sin embargo, ha sido tan cotidiano, tan reconocible.

Y es que, si hago un poco de memoria, siempre han empezado así este tipo de cosas; sólo que esta vez es...mejor, casi como repetir la primera vez errada y poder empezar desde el principio a bailar un agarrado con clases avanzadas de tango.
Tan claro como que te llamen feo.
Tan claro como que justifiquen un acercamiento.
¡Acojonante que sigan naciendo criaturas así!
Pidiendo entre susurros que no te pases demasiado; pero yendo armada con todo.

Y yo en mis trece, claro; idiota en mi totalidad. Hasta es posible que me haya rascado la barba, joder.
Claro que luego me la he arrancado de cuajo y la he dejado en el rellano para que la recoja el portero.

Y ya mayor que es uno, eh; pero sigo viviendo lo vivido mientras me ilustro con las opciones no tomadas. Porque en el mundo de las Ideas se está muy a gusto procrastinando, día sí y día también.
Pero de aquí a El Dorado; por mis cojones y por sus ovarios. Porque, cuando dos quieren liarse a ostias, atardece en un momento.

¿Que a qué viene mi seguridad a estas alturas? Pues a poca cosa, simplemente a vislumbrar  la filigrana y el acabado que persigue la justicia poética en su obra, al sentido que tendría todo lo que hay y a lo poco que habrá significado lo aprendido.

Y si no, siempre es bienvenido reiterarse en la idiotez, una de mis proezas favoritas, que arrastro a través de los veranos circundantes sabiendo que la historia es mía y sólo mía.

lunes, 7 de marzo de 2011

El peor estudiante



El amor y el arte tienen que estar juntos, pegan un montón.
Como los ojos claros y las plumas en el pelo.
Indisolubles en parte por el mal perder de ambos.

Pero andamos cortos de todo eso, los ojos claros buscan deslumbrarse;
y guardo las plumas que otras llevaron. Y si fueron éxtasis de juventud, ahora sólo son plumas de animal.

Sin miedo, sin vértigo.

Queda todo por aprender.
Renunciar al arte que no me quiere por el amor que no vivo.
Comenzar a construir lugares acertados donde tú quieras entrar.

domingo, 27 de febrero de 2011

No os venderé, palabra

Tengo un superpoder. Y uno cojonudo, además.

Porque luego tengo otras muchas peculiaridades que cuando me pongo henchido pienso que son poderes, pero no, esos me los he currado yo, no me han venido dados de fuera.

Lo que puedo hacer es traerme cosas de los sueños.
Vamos que si en mitad del sueño me encuentro un gato y consigo cogerlo, al despertar, el gato está conmigo; ansioso por descubrir los recovecos de este nuevo mundo, al que se aclimatará enseguida.
Si mi sueño es un polvazo, engatuso a la chica para estar abrazados, todo el sueño, y traerla al mundo del despertar. Y, más o menos, de eso va.
Vivo de los fajos de billetes, de los tesoros escondidos y riquezas que encuentro por ahí.

¿Conocéis el sueño del boleto de lotería ganador? Pues yo no tengo que recordar ningún número, me lo meto en el bolsillo, que es como un agujero de gusano hasta debajo de la almohada.

Si es cierto que la mayoría de los sueños no esconden nada que me quiera traer hasta aquí; es más, a veces, es peligroso lo que te puedas traer a tu habitación...
Niños, los monstruos del armario existen, yo tengo presos unos cuantos que se me engancharon en el último momento a la pierna, desesperados por cruzar el umbral.

También hay que andarse con ojo con a qué dignatario le das la mano o a quién te echas a la espalda a caballito para sacarlo de una batalla, puedes verte inmerso en un conflicto internacional o con un herido de muerte entre tus sábanas.


Pero bueno, las cosas buenas superan con creces esas malas experiencias: he podido despertarme con aquellas chicas con las que nunca me acosté,
he devuelto la vida a personas, que pensaron que habían muerto para siempre, sin tener en cuenta mi opinión; he cabreado a tantos dioses de la extinción, que mi foto está en todas las comisarías del submundo.
En definitiva, he jugado con las reglas de un universo cruel y despótico en mi propio beneficio, tanto como se me ha ocurrido. Invirtiendo así el desenlace de lo ocurrido y de lo imposible como juega un gato atáxico a cazar ratones gigantes
Y espero, con inmensa devoción pagana, que mi mutación configure una nueva raza de seres humanos, inmortales, capaces de reír con cada despertar.




Entrevistador de trabajos nocturnos




"El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura".
Miguel de Unamuno  (1864-1936)




"Hola, ¿quieres follar?"

"¿Cuánto...?"

"25"

"¿En serio?"

"English?"

"A little... well; no really"

"¿Vamos a follar?"

"¿Tienes fuego?"

"No"

"¿Te acabas de despertar o aún no has dormido?"

"Speak english!"

"Da lo mismo; ¿está lejos?"

"¡No lejos!"

"Tu nombre es...what´s your name?"

"Ari"

"Bonito. Yo, Martínez, el facha"

...
...

"Es aquí"

"Ya no quiero follar, Ari... me he equivocado"

"Vamos a follar. Muy rico. Muy largo"

"¡Esto es una mierda, no sé ni donde estamos, ni siquiera me has mirado una vez!"

"Say it in english! ...Vamos te follo mucho...20"

"¿Cómo?"

"20"

"Toma, tengo ocho euros. I´m sorry, I have to go home"

...
...

"Hola, ¿follamos?"

"¿Cuánto...?"


viernes, 25 de febrero de 2011

Fervor por lo expuesto

Se adentraba la vida en su cuerpo como una inundación y su psique se resquebrajaba por momentos. Si le hubiesen hecho un análisis de sangre habría salido mal por todos lados; el nivel de leucocitos por los suelos, falta de hierro...ese tipo de cosas.
Como el general anclado en una colina que no ve como los soldados de primera fila empiezan a perder la posición, pero lo sabe.

Se purgaba comiendo hierba. Sacaba la cabeza para recoger los pocos rayos de sol que llegaban, mientras hacía, contra un mundo de obreros que idolatraba de manera ridícula, de su cabeza, ariete. Aquello daba más gloria que pena.

En un arranque de otoño, decidió no separar la tortura de la ternura, empezando por no calentarse las manos antes de meterlas en el río. Ya no sujetaba las cosas, algo fallaba en sus conexiones espino-cerebrales; si cogía algo, en unos pocos segundos lo había dejado en otra parte.
Verle la cara era aterrador, se plasmaba el hartazgo de forma asimétrica aunque cooperativa.

Se casó pronto y tuvo descendencia.

Luego marchó a un pueblo que decía que era idéntico al que le había visto nacer. Murió hace nada, de malas maneras, pero no había nadie presenciándolo; si nadie ve el árbol cuando cae, ¿éste hace ruido?
... Ni lo dudes





"El poeta es la parte de la persona refractaria a los proyectos calculados"
René Char



sábado, 19 de febrero de 2011

Releyendo a los clásicos XII



"He tocado el piano en burdeles. He sacado papeles secretos de Rusia clandestinamente. Me he pasado una tarde en el diván con Peggy Hopkins Joyce. He enseñado a toda una banda de gangsters a jugar al pincha-pellizca. Me he sentado en el suelo con Greta Garbo. He cabalgado con el príncipe de Gales. He jugado al ping-pong con George Gershwin. He tomado el sol en la Riviera con Somerset Maugham y Elsa Maxwell. Me han echado del casino de Montecarlo. He dormido sobre mesas de billar, mesas de camerino, tapas de pianos, bancos de baños públicos, cestos de retales y estuches de arpa. He conocido el lujo supremo de dormitar bajo el sol de julio en un prado mientras el cordel de una cometa me hacía cosquillas en la planta del pie...He vivido"
Harpo Marx (1888-1964)

jueves, 17 de febrero de 2011

¡Profanadores del mundo, uníos!





En la Plaza del Carbón de Zaragoza regateé frente a cuatro viejos cazalleros por un reloj como el que el personaje de Christopher Walken en Pulp Fiction transportó en el culo toda una guerra (ejemplo perfecto de lo que es todo esto). No sé si era robado, revendido o ese viejo lo encontró por casa y necesitaba dinero; da lo mismo, por ahora es mío. 
En el mundo del trueque todo son objetos innecesarios que van de mano en mano; una respuesta como cualquier otra contra el aburrimiento. Aquel trasunto en la plaza fue la evolución del "lo tengo repe" de todos los patios de colegio.

Rastros de ex-yonkis, ferias de coleccionismo, chamarileros y demás intermediarios innecesarios...
Lugares de encuentro donde el poseedor simula que lo que vende no tiene valor y los demandantes sufren el síndrome del “halcón maltés” y toda antigualla se convierte en lo más importante de la inmensidad.

¿Os habéis preguntado alguna vez de dónde sacan 7 politoxicómanos unas bibliotecas semejantes? De gente como tú y como yo que acumulaban cosas en la casa del pueblo para sus descendientes, un ajuar de recuerdos para la eternidad y un tesoro para las personas que más quieres... Muy lejos de la realidad.

La versión montada por el director es que esos descendientes pasan olímpicamente de esas “baratijas” y la casa del pueblo queda abandonada, se llena de polvo y un día entran unos y arramblan con todo, lo venden en el rastro sin mirar el qué y volvemos a reactivar el mercado de los sueños ya soñados. Como cuando los saqueadores de tumbas del antiguo Egipto hacían justicia a base de ganzúa en las tumbas de mamarrachos prepotentes.
Así que, rodeado de cachivaches, me atrevo a afirmar que hay más de una Cultura; o en su defecto que no existe ninguna.



jueves, 20 de enero de 2011

Amor roncado


La ciudad era de mentiras...esta vez de verdad, ni siquiera sabría decir a cuál se parecía; a lo mejor a Ontario, en el condado de San Bernardino; California. Y si no se le parecía mucho, esto último es un vacile, claro.
Y supe que era un sueño... ¡porque si no de qué?

Había una temperatura cálida y pegajosa y un buen humor inflándose por momentos -los viajes astrales tienen un gran potencial- pero algo parecía no encajar. Necesito pruebas.

Empujo al viandante de mi lado quién cae estrepitosamente al suelo, sí, poniendo las manos por delante pero provocando una miniatura de apocalipsis aparatoso de esos que incitan a la crueldad y a la carcajada: le saltan las gafas por delante, su móvil se escapa del bolsillo de su camisa y acaba desmontado en todas sus pequeñas piezas; y hasta diría que se le sale un zapato.
Pero se levanta, recoge su basura y continúa calle abajo como si nada.
Sufro una sobreexcitación por mi valentía para descubrir que este mundo no existe y que no habrá repercusión alguna.
Y claro, se me va de las manos.

En menos de un minuto me he arrojado a los asientos traseros del jeep de dos califonianas que de primeras me ignoran, pero sólo de primeras. La explosión sexual que estalla en el Land Rover, de un semáforo a otro, provoca que los tres nos lo tomemos muy en serio.
Yo no tengo tiempo que perder -mañana trabajo-, y segundo, ellas no tienen solución de continuidad: cuando me despierte les sobrevendrá el Armaggedon...adiós a los batidos en Huntington Beach al terminar la semana, ninguna lágrima que derramar por los novios de Ginger y Nora, ambos estudiantes en el Ontario Christian College...¡bon voyage preciosas pijas!

Para deleite de los paladares más exquisitos comentaré, muy por encima,  el grado de intoxicación genital que reclamaba de sus míseras vidas imaginadas en el allí y entonces, antes de enviarlas de nuevo a la nada, sin miramientos, sin empatía.

Recuerdo vagamente que yo me pasaba los cinturones de los asientos varias veces por los antebrazos y me erguía sobre los asientos como un sádico latino que quisiese borrar los vestigios caucásicos de aquellas dulces estadounidenses. 
Estoy seguro de haberle dado mucho juego a los dedos gordos de ambos pies, y que la copiloto se me cayó de cabeza, ventanilla afuera, por mucho que la intentaba sujetar por las piernas. Así que quedamos dos; y ya me daba igual si seguíamos a 120 km/h en la calzada o si habíamos colisionado hacía rato contra algún edificio gubernamental.

Todo el condado de San Bernardino se licuó en su propio eje espacio-temporal. Yo me descubrí en mi cuarto, un día lluvioso, estornudos de haber pasado mala noche. Pero lo peor de todo no ha sido sentir que ellas ya no existen en esa mala copia de subconsciente americano, sino que encima las iba a inmortalizar en el peor formato posible del peor mundo imaginado.
Lo siento, chicas; no os merecíais esto.






"Amigo, yo veo muy claro, pero el mundo está ciego" Butch Cassidy and the Sundance Kid

viernes, 7 de enero de 2011

El tiempo es más que suficiente

Los gorilas han iniciado la batida.
Pisan higos, caídos de maduros, sin tan siquiera notarlo.
Todos orgullosos del que llevan delante; uno
cierra la peluda infantería.

El enemigo aulla nervioso en la espesura de las espigadas cumbres arbóreas.
Se aproxima la Historia, pero él se va quedando atrás. En el ciclo asesino de los congéneres siempre se ha quedado atrás;
hermanado con los que lleva delante.
Y termina sentándose en posición de loto,
con la mirada del gorila: la que es esquiva porque le duele pensar.

Cuatro primates enemigos se abalanzan sobre él,
permitiéndole formar parte de la ley de adaptación natural;
justo cuando iba a mirar su reflejo en un escaparate
y descubrir
que no era nadie conocido.



domingo, 2 de enero de 2011

El turista accidental



No hay gente entre cartones, ni hay kundas dando vueltas a la manzana. No hay parejas de latinos dando voces por la noche, ni resulta fácil hacerse con un camello a las horas en que realmente hacen falta. No se ve a los parados enterrados entre vasos, ni las prostitutas parecen actrices de Hollywood interpretando el papel de perdedoras de cinco a una...este sitio es irreal, es más falso que una postal y no logro saber dónde oculta la basura que genera.
Aquí es donde me crié.

Sólo sé que abandoné este lugar hace seis años montado en un majestuoso dragón púrpura con una gran chica de paquete, prendiendo en llamas todos los vehículos de la autopista a mi paso y la mirada fija en un machair al que arribar: un lugar donde la gente moría riendo.

Posiblemente, el lugar más infecto de la tierra, como lo de aquella ballena que fue a morir a la playa tranquila y se encontró con el Algarrobico. Y donde fui feliz un tiempo porque la gente moría riendo.

Mi dragón ya no está conmigo, me fue sustraido una noche por alguien más indeseable que yo. Lo habrán engordado con parsimonia y poco talento y andará en algún sofá viendo al Buenafuente.
A veces se acuerda de mí, no me cabe duda.
La chica, bueno, la chica se dividió en dos y dejó conmigo la mejor parte. Al menos la mejor para mí.
Claro que eso nunca es suficiente; ni que decir tiene.

Ahora cojo el metro y viajo a otros planos donde las cosas tienen más gracia. Un lugar donde permanecen los orgullosos wyverns a la espera de un amigo humano.

Odio la nostalgia por lo que produce, pero cuando me encuentro atrapado por ella me concentro en anhelar lo irrepetible y la promesa de subvertirlo si se me concede.
Para no tener que morir riendo por ofuscación.