Y de repente aparece la chiquilla ésta que es como las estaciones en su devenir, sólo que más lento. Y ahí está, sonriendo en una foto actual; y sí, claro, los años le han dado dos ostias como a todos, pero yo aún la veo única, o eso creo; y para estar seguro tengo que tenerla delante otra vez.
De verdad espero que se muera pronto de una puta vez o jamás me quitaré la sensación de haber sido poca cosa para ella.
El primer amor no se olvida, ¿no? Pues ahora incluye un hermano militar, un cáracter de Mae West mezclado con la Pasionaria, pero en facha de extrarradio; agitalo durante años de adolescencia lenta y yerma y luego sacrifica toda la historia entre las piernas del capitalismo más sucio y dantesco -lo cual salpicó a tanta gente, que aún no sé cómo no acabó con el pueblo armado con horcas e incendiando la casa de la colina-
¿No sabéis de que hablo? Putos afortunados...

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