miércoles, 15 de septiembre de 2010

Deseo de ser kurdo


Ni una palabra decente en mil días. Ni un sueño apache que esconder de los funcionarios. Ni sabores, ni olores, ni pieles de gallina ponedora.
Nada de drogas curativas.
Nada de sexo inseguro;
nada de ciudades sobrevolando, a diez mil pies de altura, los viñedos de tu familia.

Tengo toallitas limpia-gafas y sucios los calzoncillos. Tengo un cajón lleno de cigarrillos de menta y un acuciante dolor en la axila. Temo por mi vida. Temo por mi amor.
 
Sin noticia alguna de Willendorf,
ni de Phnom Penh.

No quiero ser extravagante, quiero ser soñador.
No quiero descubrir que he acabado hablándome de una manera clara y directa.

...el Bósforo me sigue reclamando en la distancia y ya puedo oler el raki.

4 comentarios:

  1. El raki es en realidad una de las peores cosas que he probado, sabe a una mezcla de anis y regaliz macerado. Sin embargo la borrachera correspondiente tiene algo de alucinada. Combinado con el sabor de las sardinas asadas permite ver la desnudez femenina a través de la ropa. Por eso en los paises islámicos está mal vista la combinación vitriólica de ambos productos.

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  2. te cambiaba por una botella sin dudarlo

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  3. Pues creo que tengo una en Zaragoza, so pringao

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