lunes, 3 de mayo de 2010

Hay galletitas de la fortuna bastante peores



Se me han hinchado los músculos de la espalda, así como suena; un cuasimodo en Delicias con temblores. En pleno mayo con el radiador a tope y ofreciéndole el culo.
Una vez más, enfermo en el peor momento.

Eso sí, el malestar me hace algún que otro bien: sacia mi necesidad de pereza porque no me saca de la cama, y me ofrece mucho más tiempo para mejorar mi situación.
B. decía en su obra: "yo no hago virtudes de mis defectos". Bueno, pues yo no hago otra cosa. Y si me disculpáis, me vuelvo a la cama. Que la literatura no anda por aquí fuera...y parece que me estoy poniendo confesional.

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